"Morena, el partido gobernante de México, en aprietos por los gastos de algunos miembros" (y en inglés "An Embarrassment of Riches for Mexico’s Party of the Poor"), expone una creciente controversia en México sobre el estilo de vida de figuras clave del partido Morena.

Este movimiento, que llegó al poder en 2018 y se consolidó en 2024 con la victoria de Claudia Sheinbaum, se fundó en principios de austeridad republicana y apoyo a los más pobres, bajo el lema "Por el bien de todos, primero los pobres".

Sin embargo, revelaciones recientes sobre viajes lujosos, hospedajes en hoteles de cinco estrellas y adquisiciones millonarias han generado indignación pública, cuestionando la coherencia entre el discurso oficial y la realidad de algunos de sus líderes.

Contexto del escándalo

El reportaje, firmado por el periodista James Wagner, destaca cómo la ira por la corrupción y el despilfarro fue un motor clave para el ascenso de Morena, impulsado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Durante su sexenio, se promovieron recortes salariales a funcionarios, el cierre de la residencia presidencial de Los Pinos y la expansión de programas sociales. No obstante, en los últimos meses han surgido casos que contrastan con esta narrativa:

• Andrés Manuel López Beltrán (hijo de AMLO y secretario de Organización de Morena): Fue fotografiado en un desayuno buffet de 400 dólares por noche en un hotel de Tokio durante un viaje de dos semanas. Un medio local reportó que gastó cerca de 2,600 dólares en el restaurante del hotel. López Beltrán, quien percibe un salario mensual de unos 5,400 dólares según el partido, defendió el gasto afirmando que usó fondos personales. Su padre, AMLO, es recordado por su humildad: rechazó el avión presidencial y redujo su sueldo drásticamente.
• Mario Delgado Carrillo (secretario de Educación Pública y exlíder de Morena): Realizó un viaje a Portugal con hospedaje en hoteles de lujo, lo que generó críticas por contradecir la austeridad promovida por el gobierno.
• Ricardo Monreal (líder de Morena en la Cámara de Diputados): Viajó a España y se hospedó en establecimientos de alta gama, similar al caso de Delgado.
• Gerardo Fernández Noroña (diputado petista, aliado de Morena): Compró una casa en Tepoztlán, Morelos, por 12 millones de pesos (alrededor de 600,000 dólares), financiada con ingresos externos que, según él, no violan normas éticas. Argumentó que "las políticas públicas deben ser austeras, no las vidas personales".

Otros nombres mencionados incluyen a Adán Augusto López Hernández, con ingresos reportados en millones de pesos fuera de su salario oficial.

Estos incidentes no son aislados: el artículo señala que la corrupción endémica en México fue un factor que catapultó a Morena al poder, pero ahora el partido enfrenta el "bumerán" de sus propias promesas. Analistas citados en el texto advierten que esta "desconexión" podría causar un "daño irreparable" a la imagen de Morena, aunque las próximas elecciones intermedias no serán hasta 2027.

Respuesta del gobierno y Morena

La presidenta Sheinbaum, heredera ideológica de AMLO, ha defendido a sus compañeros de gabinete enfatizando que los funcionarios tienen derecho a "vacaciones con fondos personales" y que el verdadero juez es "el pueblo de México". En una conferencia reciente, respondió a las críticas con: "¿Quién nos juzga? El poder es humildad y debe demostrarse en cada acción". Morena no respondió a solicitudes de comentario para el artículo del NYT, al igual que Monreal y Delgado.

Sheinbaum ha reiterado el compromiso con la austeridad en políticas públicas, destacando logros como el aumento en programas de bienestar que han beneficiado a millones. Sin embargo, votantes entrevistados expresan frustración: "Nos vendieron un cambio, pero parece que solo cambió de manos el dinero", dijo uno de ellos al NYT.

Implicaciones a futuro

Este escándalo llega en un momento delicado para Morena, que domina el Congreso y la mayoría de los estados. Aunque el partido presume de haber reducido la pobreza extrema (de 11.4% en 2018 a 8.9% en 2024, según datos oficiales), la percepción de hipocresía podría erosionar su base popular, especialmente entre los votantes de bajos ingresos que impulsaron su victoria. Analistas predicen que, sin una respuesta contundente, podría afectar la cohesión interna y la agenda de la "Cuarta Transformación".