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Trump, Musk y una posible ruptura pública: tres amenazas para el Partido Republicano

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Donald Trump todavía no se inmuta por los ataques de Elon Musk a su megaproyecto de ley.

Si bien el presidente suele defender y con mucho énfasis su agenda de quienes la cuestionan, está dejando que sean otros los que le respondan al magnate y hasta hace poco parte del Gobierno.

Aunque las fuentes de la Casa Blanca insisten con que la relación personal entre ambos no ha cambiado, pareciera que una respuesta pública está más cerca que lejos. En otras palabras, ¿cuánto falta para que Trump escriba un Truth Social algo con muchas mayúsculas sobre Musk?

En los últimos días, el dueño de X describió al "One Big, Beautiful Bil" como una "abominación repugnante", asegurando que los republicanos deberían sentir vergüenza por votar a favor de un texto con sus características.

Si bien algunos miembros del Congreso le han respondido, ya sea públicamente o en condición de anonimato en algún medio de comunicación, la respuesta del presidente parece cada vez más inminente.

De acuerdo con el principio de asociación de la neurociencia, el cerebro tiene la capacidad de formar conexiones y lazos entre diferentes ideas e imágenes.

Por ejemplo, si uno escucha un ladrido, probablemente lo asocie con un perro. En este caso, criticar la legislación de cabecera del presidente, bien podría ser una forma de criticar al propio Trump. Una vez que se considere personalmente atacado, no cabe duda de que tomará su teléfono y empezará a escribir.

Suponiendo que esto ocurra, y, haciendo un poco de futurología, habría tres puntos clave a tener en cuenta.

Nueva fractura entre Trump y las grandes tecnológicas

A diferencia de la primera Administración Trump, donde se percibió cierta hostilidad entre el presidente y Silicon Valley, llegando a un pico máximo de tensión con la historia de Hunter Biden, la situación es completamente distinta. 

Además de Musk, Mark Zuckerberg de Meta, Sundar Pichai de Google y Jeff Bezos de Amazon participaron de la inauguración de Trump y muchos incluso donaron para el evento.  El presidente también está invirtiendo y fuerte en la inteligencia artificial y otras tecnologías en las que Musk tiene mucha influencia. 

Una pelea pública con el magnate podría dañar o incluso revertir el progreso hecho en esta materia. Incluso, quizás sea la parte más lúdica de la discusión, podría volver a despertar la "guerra" de plataformas entre X y Truth Social, potencialmente dividiendo a la comunidad digital y conservadora. 

Tomando la idea de la fractura digital, podría provocar una división entre los comentaristas políticos e influencers conservadores o asociados al GOP. Entre ellos, Charlie Kirk, Patrick Bet David, Joe Rogan, Ben Shapiro, Dave Rubin, Vivek Ramaswamy y Michael Knowles.

Perder al mayor donante republicano de 2024 

Si bien Musk no era el mayor fanático de Trump, todo cambió después del intento de asesinato que sufrió en Pensilvania a mediados de junio del 2024. Ese fue el punto de quiebre para el magnate, quien, además de respaldarlo públicamente, se metió de lleno en la campaña presidencial. 

Entre eventos y sorteos millonarios, el mayor aporte de Musk fue el financiero. En efecto, a través de su comité de acción política, America PAC, aportó 239 millones de dólares para elegir a Trump y a otros candidatos republicanos. 

Si bien el magnate ya aclaró que buscaría reducir significativamente sus contribuciones políticas, no sería descabellado pensar que pueda reactivarse como gran donante para las elecciones de medio término, cruciales para los republicanos y el equilibrio de poder. 

Una pelea a viva voz entre Trump y Musk descartaría de plano a la principal fuente de ingreso republicana e incluso podría derivar en el dueño de X apoyando otro tipo de republicanos o candidatos independientes. 

Adelantar la batalla ideológica

Hasta el momento, Trump ha escuchado dos voces más librecambistas y dos más proteccionistas para tomar decisiones económicas y comerciales. Precisamente es ese el tira y afloje ideológico en el Partido Republicano actual. El primer grupo estaba integrado por Scott Bessent y Musk, mientras que el segundo por Howard Lutnick y Peter Navarro.

Con Musk fuera del Gobierno y lejos personalmente de Trump, el equipo proteccionista podría ganar enteros a la hora de asesorar para tomar decisiones, en detrimento del ala promercado y tecnocrática representada por el fundador de Tesla.

Profundizar esta grieta a esta altura del mandato de Trump podría adelantar una discusión que ya estaba pautada para el 2028: volver de lleno a un partido más económicamente libre o seguir avanzando en el proteccionismo estratégico que está impulsando el presidente en un partido post-Trump.

Al igual que como ocurrió hace pocos meses con la discusión del movimiento MAGA sobre la inmigración calificada, se espera que esa discusión sea todo menos amistosa.

Imagen e Información: https://voz.us/es/politica/250605/25389/donald-trump-elon-musk-megaley.html