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El presidente Donald Trump regresó este martes a la ciudad de Warren, Michigan, para liderar por primera vez desde la campaña electoral un nuevo rally donde celebró, ante una gran multitud, los “100 días más exitosos de cualquier Administración presidencial" en la historia de Estados Unidos.

Ante su base en un complejo deportivo en el condado de Macomb, bastión obrero clave para las aspiraciones republicanas electorales del próximo año, el presidente pronunció un discurso cargado de mensajes triunfalistas, críticas a sus adversarios políticos y, especialmente, una defensa férrea de sus políticas migratorias y comerciales.

“Estamos esta noche en el corazón de nuestra nación para celebrar los 100 días más exitosos de cualquier Administración en la historia de nuestro país, y eso lo dicen muchos, muchos expertos”, dijo Trump. “Este es el mejor, dicen, inicio de 100 días de cualquier presidente en la historia, y todos lo están diciendo”.

Mientras el público aplaudía cada intervención del presidente, que estaba resguardado por unas pantallas gigantes que rezaban el lema “100 días de grandeza”, Trump advirtió a los asistentes: “Aún no han visto nada”.

Entre sus clásicos momentos de improvisación e interacción con el público, el presidente buscó reforzar la idea de que está liderando una gran transformación estructural del país, destacando su enfoque por reducir la burocracia o liderar la batalla cultural contra lo que denominó la “locura trans”. Para recalcarlo, Trump habló de que esta narrativa va, incluso, más allá de su propia base.

“Hoy leí un editorial que decía que esta es la presidencia más trascendental de la historia, y ni siquiera fue escrito por un grupo que normalmente nos apoyaría”, aseguró Trump. “Era un grupo de personas que creo que tienden a estar del lado liberal, pero dijeron que esta es la elección más importante”.

Aranceles, inmigración y su batalla contra la “clase política enferma”

El discurso del presidente estuvo mayormente enfocado en dos de sus banderas: la inmigración y la economía.

Trump no tuvo reparo en defender el endurecimiento de la política fronteriza, celebrando el traslado de inmigrantes con antecedentes criminales a prisiones "implacables" en el Salvador.

“Semana a semana, estamos poniendo fin a la inmigración ilegal. Estamos recuperando nuestros empleos, protegiendo a nuestros grandes trabajadores automotrices estadounidenses y a todos nuestros trabajadores. Francamente, estamos protegiendo a todos nuestros trabajadores. Estamos restaurando el Estado de derecho”, dijo el presidente.

Tras el tema migratorio, Trump arremetió contra lo que llama el “Estado profundo” y los burócratas de Washington, a quienes responsabiliza por los fracasos del pasado.

“Estamos recuperando nuestro país de una clase política enferma”, atizó. “En lugar de poner a China primero, estoy poniendo a Michigan primero y a Estados Unidos primero”.

También aprovechó la ocasión para lanzar un nuevo dardo contra Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, a quien responsabiliza por mantener las tasas de interés altas.

“Yo sé mucho más que él sobre tasas de interés. Créanme”, dijo Trump, antes de agregar que su salida “no puede llegar lo suficientemente pronto”, aunque descartó por ahora intentar destituirlo.

Asimismo, el presidente prometió que muy pronto habrá un recorte masivo de impuestos: "En las próximas semanas y meses, aprobaremos los mayores recortes de impuestos en la historia de Estados Unidos, que incluirán cero impuestos sobre las propinas, cero impuestos sobre la seguridad social y cero impuestos sobre las horas extra".

Base movilizada, pero nación dividida

El evento en Michigan demostró, una vez más, la capacidad de Trump para movilizar a su base, que no ha perdido el entusiasmo en acompañar al presidente en sus mítines. Sin embargo, las más recientes encuestas reflejan que su popularidad hoy pende de un hilo, con una nación tremendamente dividida.

De acuerdo con la última encuesta de Fox News Digital a nivel nacional hecha en abril, el presidente tiene un 44% de aprobación y un 55% de desaprobación. Este dato coincide, con leves diferencias, con el promedio de encuestas de Real Clear Politics, que arroja que el presidente tiene un 45% de aprobación y un 52% de desaprobación en estos primeros meses de mandato.

Imagen e Información: https://voz.us/es/politica/250430/23989/apenas-comenzando-trump-defiende-agenda-economica-migratoria-michigan-rally-primeros-100-dias-mandato.html