AM Noticias | EDOMEX
Violencia Sexual en el Transporte Público. Reflexionan en la UAEMéx sobre este ilícito
- Detalles
- Category: Edomex
- Publicado: 18 Noviembre 2025
- Escrito por Redacción

En el marco de la segunda sesión del Seminario “La vida en el centro. Cuidados, trabajos y bien común desde los territorios”, organizado por la Secretaría de Ciencia de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), el Centro Universitario Tianguistenco fue sede de la conferencia “Entre trayectos y cuidados: la respuesta de las mujeres ante la violencia sexual en el transporte público de Tianguistenco”, a cargo de la Licenciada en Seguridad Ciudadana por la Autónoma mexiquense, Vanessa Robles Romero.
Acompañada de la coordinadora de esta actividad, Norma Baca Tavira, y el encargado de despacho de la Dirección del Centro Universitario UAEM Tianguistenco, Jerónimo Amado López Arriaga, Robles Romero comentó que la violencia sexual en el transporte público es una de las problemáticas que más aquejan al sector femenino y en su realidad cotidiana tienen que realizar estrategias de cuidado para evitar enfrentarse a agresiones, con el objetivo de hacer uso del espacio y movilidad de manera segura.
La también especialista en Género, Violencia y Políticas Públicas por la UAEMéx explicó que la movilidad es un derecho humano que se ha visto restringido para sectores vulnerables como las mujeres, infancias, personas adultas mayores y con discapacidad, pues el transporte público no atiende sus necesidades ni cuenta con una perspectiva de género desde su infraestructura hasta su uso.
Además de estas situaciones, el sector femenino también se enfrenta a preocupaciones como la alta percepción de inseguridad y situaciones de violencia sexual, pues según datos de la Encuesta sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (ENDIREH) 2021, 23 millones de mujeres de 15 años o más expresaron haber vivido violencia en el ámbito comunitario, donde la de tipo sexual es la de mayor prevalencia, con un 42.2 por ciento.
Bajo este contexto, Vanessa Robles destacó que con la inquietud de obtener información cuantitativa y cualitativa sobre la violencia sexual ejercida a mujeres en el transporte público de Santiago Tianguistenco, prioritariamente en microbuses y taxis colectivos, desarrolló una investigación a través de técnicas como encuestas, entrevistas, observación y taller de contramapeo.
Como parte de estos trabajos, donde el rango de edad de 54 por ciento de las personas participantes era de entre 14 y 19 años, encontró que el taxi colectivo es el transporte público más utilizado, principalmente para acudir a la escuela. Esta población identificó que los tres actos violentos de tipo sexual más experimentados son miradas lascivas (53 por ciento), miedo de sufrir un ataque sexual (33 por ciento) y silbidos, gemidos o insinuaciones (31 por ciento).
Entre otros resultados, destaca que las agresiones ocurren en las calles y dentro de las unidades, principalmente por personas agresoras que son desconocidas para la víctima y operadores de transporte. Además, se presenta la normalización de la violencia en el transporte o espacio público, pues en el ámbito social persisten normas y reglas no escritas que permiten y validan conductas como silbidos, comentarios obscenos y miradas lascivas.
La especialista universitaria aseveró que entre las principales causas de estas violencias están la falta de valores y carencia de espacios donde se pueda hablar abiertamente de esta problemática, lo cual genera afectaciones en la autoestima de las víctimas y una elevada percepción de inseguridad en el espacio público.
Con esta información, Vanessa Robles Romero puntualizó que algunas propuestas para reducir la violencia sexual por parte de la población encuestada son la regulación del perfil de operadores de transporte público, la vigilancia policial y el establecimiento de sistemas de monitoreo y vigilancia, como cámaras y botones de pánico.
El Seminario “La vida en el centro. Cuidados, trabajos y bien común desde los territorios” tiene como objetivo abordar los cuidados como un trabajo y un derecho, reconociendo que se constituyen en un bien público clave para la reproducción social, cultural, ambiental y económica de las comunidades.