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El hábitat del HONGO NEGRO: UNAM
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- Publicado: 10 Julio 2021
Fuente: hoyestado.com
En el aire de la Ciudad de México viven un sinfín de microorganismos como bacterias que causan la faringitis, laringitis, alergia, asma, edema pulmonar, incluso comunidades fúngicas que provocan hasta mucormicosis u hongo negro, de acuerdo con un estudio realizado por varias especialistas del Centro de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.
Las expertas hallaron bacterias patógenas y fitopatógenas (de plantas) que viven en zonas urbanas. Por otro lado, las bacterias de los bioaerosoles tienen una variación estacional en época de secas y lluvias, por lo que causan padecimientos respiratorios, dijo María del Carmen Calderón Ezquerro, quien dirige el grupo de investigación.
El “Estudio aerobiológico de la composición de comunidades bacterianas y fúngicas en la atmósfera de la Ciudad de México”, fue publicado hace poco en la revista internacional Environmental Pollution, y en este se utilizaron diversos equipos para monitorear y completar la información, y metagenómica para ubicar los microorganismos que viven en el aire de la CDMX.
La microbiota del aire (o bioaerosoles) comprende a las partículas biológicas suspendidas en el aire; ya sean microrganismos vivos o sin vida, como bacterias, algas, arqueas (organismos celulares), protozoarios, o agentes infecciosos, como los virus, polen y esporas de hongos, dijo Calderón Ezquerro.
Dichas partículas son emitidas por el océano o los continentes y su colocación geográfica es local, regional y continental. Hay algunos fitopatógenos que vienen de Europa o Asia, como es el caso de la roya del cafeto (Hemileia vastatrix) que termina con los sembradíos de café; también los huracanes tienen microorganismos.
Sin embargo, se sabe que el aire no es muy propicio para el hongo, pues puede perder viabilidad, debido a las condiciones atmosféricas de radiación, desecación, variación de la temperatura, humedad, etcétera, morir o ser llevados por el viento de un lado a otro, mientras que otros producen toxinas, dijo la integrante del Departamento de Ciencias Ambientales del CCA.
“Se dice que la atmósfera no es su hábitat, sino que simplemente les sirve para dispersarse, pero hay controversia porque algunos pueden tener actividades metabólicas en el aire”.